jueves, 2 de diciembre de 2021

La respuesta de Dios a tu oración


LA RESPUESTA DE DIOS A TU ORACIÓN

 

La Biblia nos habla Isaías 53:11.

Verá el fruto de la afición de su alma, quedará satisfecho; por su conocimiento justificar a mis siervos justo a muchos, y llevará las inequidades de ellos. 

 

Al momento de yo empezar una petición del Señor, empezar una oración, esa ORACIÓN debe dar sus frutos. 

 

Muchos de nosotros empezamos oraciones, peticiones al Señor. 

Y muchas veces no vemos cumplidas esas peticiones.

¿Será el qué Señor no las escucha?

¿Será que el Señor ha respondido en una manera negativa y ha dicho no?

¿Será que el Señor ha dicho sí?

 

Pero cual sea lo que Señor haya dicho, en nosotros no se cumple esa petición. 

Nuestro deber como cristianos es orar siempre hasta ver cumplida esa petición.

 

Orar dos días, tres días, veintiún días.

Es orar hasta ver cumplida esa petición.

 

El Señor no desecha ninguna las peticiones que le hayamos hecho, sea una petición que el aprueba o no, el Señor la toma en cuenta y él nos responde.

Su respuesta puede ser sí o puede ser no, puede ser espera, en el tiempo adecuado te daré lo que pides, voy a formarte para que esa petición que tú me has dado, cuando yo te responda, sea de bendición para ti, y no sea de tropiezo.

 

Pero no debemos desistir hasta ver cumplida la respuesta a tu petición.

 

Le has pedido al Señor por tus hijos, que tus hijos regresen a casa, a su casa, que regresen a sus caminos.

No desista de esa petición, aunque veas que nada se está cumpliendo, aunque veas que cada día se ponen peor las cosas, no desista de esa petición.

 Sigue clamando al Señor, si el Señor dice en su Palabra que tus hijos volverán, y te hizo esa promesa, creelo, agarralo, y no sueltes de ti esa petición.

 

Cada día sigue insistiendo, pidiendo al Señor por tus hijos.

 

Si es por tu esposo, le pediste al Señor que quieres que tu esposo vaya contigo a la casa de adoración donde tú vas para congregarse y adorar al Señor juntos, y quieres un esposo cristiano no desistas de esa petición.

 

Sigue orando hasta ver cumplido, sigue derramando lágrimas, porque el Señor, lo que dice en su palabra lo cumple.

 

Pero, porque a veces no vemos cumplir esas promesas en nuestras vidas, porque muchas veces oramos por un tiempo, y al no ver cumplidas las promesas desistimos.

Pero no nos damos cuenta, que desde el primer momento en que entramos en la voluntad del Señor y él nos lleva a empezar una petición, desde ese momento, él está trabajando, y de mucho antes que la pidamos, ya el Señor está trabajando. 

 

Él está trabajando para que se cumpla esa promesa, porque hay un intercesor aquí en la tierra, que clama de día y noche para ver cumplir la voluntad del Señor. 

 

Su voluntad se va a cumplir, su voluntad será hecha.

Pero, tú, no desistas.

 

Y si has sentido que el Señor se está demorando en cumplir, no es cierto, no escuches esas voces extrañas, que te dicen que el Señor está demorando.

 

El Señor está preparando todo. Y tú verás que, en el tiempo correcto, las bendiciones del Señor en tu vida.

 

Pero lo principal de todo lo que como dice la Palabra, buscar el Reino de Dios y su justicia y las demás cosas son añadidas. 

 

Que cuando tengas una petición delante del Señor, se ajuste, se amolde al Reino de Dios. 

 

Sí estás orando, por tu esposo, es para que conozca el Reino de Dios.

Si estás orando por tus hijos, es para que conozcan el Reino de Dios.

Tus familiares, conocerán el Reino de Dios.

 

Sean abuelos, tíos, cualquier, es para que conozcan el Reino de Dios.

Estás orando por un carro, es para el Reino de Dios que le servirá.

Estás orando por un trabajo, es para el Reino de Dios ese trabajo, para que tenga más personas a TU ALREDEDOR y evangelices, que seas de testimonio.

 

Pero primeramente el reino de Dios y su Justicia.

 

No desistas de orar. 

 

El empleo que pediste, el Señor te lo dará en su tiempo adecuado, pero te está preparando, mientras te prepara, Él será tu sustento.

 

No dudes nunca porque no he visto justo desamparado y su descendencia que mendigue pan.

Ese empleo el Señor te lo va a dar, ese automóvil, esa casa, es para su Reino, para glorificarlo a Él, para que les gloria. Para que sea de testimonio.

Porque tú mismo eres ese instrumento que Dios usa para hablar de él.

 

No desista has de hablar del Señor. No desistas de pedirle al Señor.

 

Sigue clamando, sigue orando. Sigue en la mañana levantando de madrugada y presenta a Dios tu adoración.

 

Y pídele, por qué a quién tenemos en la tierra para pedir si no es al Señor.

Pídele, porque el Señor te llama que le pidas. Y él te va a dar.

 

Pero siempre pídele para que su Reino, sea engrandecido.

Porque tu voluntad, aprendió a someterse a Su Voluntad.

Y cuando la voluntad del Señor entra en tu voluntad, tu voluntad es de gozo, llegas a ser libre.

Porque se ha sometido a la voluntad del Señor.

Y te agrada el Señor, porque has aprendido a vivir para él.

 

Enfocate en Él.

Recuerda, las oraciones de nosotros, sus hijos, no caen en saco roto, él las toma. Y él es que te llevará hasta haber cumplido los días, él te llevará a ver el tiempo del cumplimiento de sus promesas para tu vida. 

 

Recuerda esto, las peticiones que el Señor anhela, quiere, desea, él las coloca en nuestro corazón.

 


Tu corazón tiene que estar del adecuado a escucharlo a él, y esa petición que él puso en tu corazón, tú la escucharás, y sabrás que el Señor quiere, y empezarás a clamar por ello, y si fue Él que lo puse en tu corazón, su cumplimiento será efectivo.

 

Porque Dios es poderoso para cumplir todo lo que él anhela y quiere. 

 

En tu vida, sigue buscando, sigue orando, no te detengas.

De madrugada ora, busca en su Palabra cuál es su voluntad, busca, no te detengas.

 Verá el fruto de la aflicción de su alma.


Espero haberte sino de bendición.

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