jueves, 11 de febrero de 2010

Profetas de Dios

Versión Reina Valera 1960
Daniel  4:17 La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.
 Versión Dios habla Hoy
Daniel 4:17 Esta es la sentencia que han dictado los santos ángeles centinelas, para que todos los hombres sepan que el Dios altísimo tiene poder sobre los reinos humanos, que él da el gobierno a quien quiere dárselo y hace jefe de una nación al más humilde de los hombres.
 Un profeta es un hombre que habla al pueblo los mensajes que él ha recibido de Dios.  Una profecía es una declaración y una ilustración de los principios del gobierno divino, sean en el pasado, en el presente, o en el futuro. Los profetas son mensajeros especialmente llamados e inspirados por Dios." Ningún profeta habló por su propia cuenta. Al contrario, todos ellos hablaron de parte de Dios y fueron guiados por el Espíritu Santo"  (II Pedro 1:21). 
 Los profetas tienen una doble experiencia simultánea acerca de Dios y de su tiempo. Conocen a Dios y conocen a su gente. Y justamente porque conocen a Dios y a su mundo, se sienten llamados a dar a conocer a Dios al pueblo de su tiempo; y, a la vez, en nombre de su Dios, denuncian, consuelan y animan al pueblo, según fueran sus necesidades.
 No es posible ser profeta de Dios, si en verdad no se le conoce a Dios y al mundo en el que se vive. Si se conoce bien la realidad socio - económica, quizás se pueda ser un buen sociólogo o un buen político. Si alguien dice que conoce a Dios, pero no conoce bien la realidad de su mundo, puede que sea una persona muy espiritual, pero ciertamente no tendrá nada de profeta.
El profeta tiene que anunciar. Anunciar, en primer lugar, a Dios mismo, un Dios vivo, respuesta a los problemas acuciantes que se viven en ese momento. No respuesta a los problemas de otro tiempo, sino a los que aplastan a sus conciudadanos. Y este anuncio siempre está cargado de esperanza, justamente porque anuncia al Dios de la vida en medio de un mundo de muerte.
 Se dice que el profeta tiene también siempre como oficio propio el denunciar. Pero ello depende de la realidad que se encuentre ante sus ojos. Si esa realidad es contraria al plan de Dios, ciertamente tiene que denunciarla. Pero a veces su misión es sólo de consolar o de animar, porque eso es lo que le pide su fe aplicada a las circunstancias.
Efesios 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.

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