¿QUÉ ES SER
HIJOS DE DIOS?
Para muchos creer en dios es algo rutinario.
Para otros es algo ilógico.
Y muchos otros simplemente, no conocen todo lo que abarca
creer en Jesús.
Veamos todo lo que repercute en la vida de los creyentes el
creer en Jesús
Vamos primeramente qué es un creyente.
¿Será que todos los seres humanos son creyentes?
¿Todas las personas son hijos de Dios?
Primer punto: Veamos a ver cómo llegamos a ser hijos de Dios.
En 2 Timoteo 2:25 la Biblia nos dice:
Que con mansedumbre corrijas a los que se oponen, por si
quizás Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad y escapen del
lazo del diablo en que están cautivos a voluntad de él.
La Biblia también nos dice en Salmos 3:8
La salvación es de Jehová, sobre tu pueblo sea tu bendición.
Estos versículos quieren decidir que la persona debe adecuar
su corazón para recibir la salvación del señor.
Dios es el que concede el arrepentimiento a las personas.
Las personas se acercan a Dios porque el mismo les hace el
llamado.
Cómo Dios les hace el llamando, las personas acuden a él.
Dios es el que hace ese primer llamado.
Dios es el que dio el paso de amor, amándonos primero.
Es Dios primero que nos lleva al arrepentimiento y nuestro corazón
debe estar adecuado para recibir ese llamamiento y salvación de parte de Dios.
Dios nos llama para que seamos hijos de él.
Lo primero es el arrepentimiento.
Entonces la Biblia nos dice en Juan 1:12
Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales no son
engendrados de sangre ni de voluntad de carne, ni de voluntad del varón, sino
de Dios.
Dios, al llamarnos, nos revela nuestra condición de
pescadores, y nosotros al ver la condición de pecadores, acudimos a él
arrepentidos de nuestra naturaleza de pecado.
Creer en Jesús, es reconocer que en mí hay una naturaleza
pecaminosa, es desechar esa naturaleza pecaminosa, eso es creer en Jesús.
No todos los seres humanos son hijos de Dios, porque en Juan 1:13,
que acabé de leer dice:
Los cuales no son engendrados de sangre ni de voluntad de
carne.
Todos somos engendrados de sangre y de voluntad de carne.
Pero sólo aquellos que nacen de Dios, son hijos de Dios.
Para nacer de Dios hay que pasar por el arrepentimiento,
primeramente.
¿Y cuáles son las características de los hijos de Dios?
1 Juan 5:1 nos dice:
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo es nacido de Dios,
todo aquel que cree que Jesús es el mesías es nacido de Dios, y todo aquel que
ama al que engendró ama también al que ha sido engendrado por él.
En esto conocemos llamamos a los hijos de Dios, cuando amamos
a Dios y guardamos sus mandamientos.
La característica del hijo de Dios es que, guardan los
mandamientos de Dios del Señor, de su Señor.
Dice el versículo 3 del 1 Juan 5:
Pues este es el amor a Dios que guardamos sus mandamientos, y
sus mandamientos no son gravosos.
Reconoces un hijo de Dios por qué guarda la Palabra del Señor,
porque guarda los mandamientos del Señor.
Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es
el hijo de Dios.
¿Qué ocurre cuando guardamos los mandamientos del Señor?
vencemos el mundo.
El MUNDO,
NO PUEDO VENCERLO YO MISMO. Porque como acabé de leer, en 1 Juan 1:13 Los
cuales no son engendrados de sangre ni de voluntad de carne.
Todo aquel que
no tiene a Jesús en su corazón, no puede guardar sus mandamientos como a él le
agrada.
Entendamos, sí yo intento agradar al Señor guardando por mi
propia fuerza, por mi voluntad los mandamientos, eso al Señor no le agrada.
Que ocurren en todo esto, lo explicaremos más adelante.
¿Cómo crecen los hijos de Dios?
En 1 Tesalonicenses 4:9 nos dice:
Pero acerca del amor fraternal, no tenéis necesidad de que o
se escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a
otros.
Ésta parte es la que
enfatizó: “Porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios”
Tomemos esta parte sigamos con el siguiente versículo. 1 de Juan
2:27:
Pero la unción que vosotros recibiste de él permanece en
vosotros y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe, así como la unción misma
os enseña todas las cosas y es verdadera y no es mentira según ella os ha
enseñado permaneced en él.
El Señor nos dice su Palabra:
Apartados de mí, nada podéis
hacer.
Ningún
creyente por sí mismo puede vencer el mundo, su carne, los deleites.
Nadie puede vencerlo por sí mismo.
¿Cómo se realiza este proceso de vencer lo que NO es del no
es del Espíritu de Dios?
Si yo por mis propias
fuerzas intento entender la Palabra, ella llegará a mi conocimiento, y ese
conocimiento no tiene la fuerza ni el valor para vencer lo que es espiritual.
Porque no
estamos peleando contra carne ni sangre, sino contra huestes espirituales de
maldad.
Entonces yo soy carne, yo soy un ser humano, no puedo vencer lo
que es espiritual, a no ser por el Espíritu de Dios.
El Espíritu de Dios llega a mí, y me lleva a vencer ese mal,
porque si mi carne intenta vencer este mal, simplemente lo estoy haciendo en mi
voluntad, en mi carne, y no estoy permitiendo que sea el Espíritu de Dios que venza
eso qué está mal en.
Si quieres vencer el mal, quiere vencer todo pescado, tentación,
si te has metido en problemas las decisiones que has tomado, hoy te presento a
Cristo.
En Cristo se puede vencer, en Cristo el mal que habita en
nosotros es reducido a nada, es reducido a servidumbre, el Señor lo toma en la
cruz del calvario.
Ese pecado te
habita en nosotros el Señor lo lleva la cruz del calvario y hay muere.
Te exhorto a que permitas que en tu corazón haya lugar para Jesús,
él entra en tu corazón el día que tú adecues tu corazón para recibir la
salvación de Él.
Te lo presento, él es Jesús, el vino para salvarnos, para
liberarnos de esta naturaleza pecaminosa y dar una nueva naturaleza según Dios.
Él es Jesús,
él quiere estar contigo, él quiere entrar y ser el dueño de tu corazón.
Él es Jesús.
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